Estudiantes de Francia, Chile y Argentina se reunieron en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de Chile para trabajar la planificación urbana de Valparaíso en el marco del Workshop Internacional Rosario-Santiago-Bordeaux.
La 12º edición de la actividad inauguró con un seminario titulado “Valparaíso: tres historias, tres visiones” que contó con exposiciones ofrecidas por los representantes académicos del programa. Entre los disertantes estuvieron: Alberto Fernández, jefe de carrera y académico de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile; Matías Dziekonski y Willy Muñoz, de la Universidad de Santiago de Chile; José Agustín Vásquez de la Universidad de Valparaíso y Emilio de la Cerda, Eloy Bahamondes y Lucas Vásquez, de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Participaron también, en representación de la FAPyD, Emilio Maisonnave y Marcelo Barrale. Asimismo, Carlos Gotlieb entregó su visión en calidad de académico del Programa Rosario- Santiago-Bordeaux y profesor de la École Nationale Supérieure d’ Architure et de Paysage de Bordeaux (Escuela de Arquitectura y Paisaje de Burdeos).
Emilio Maisonnave destacó el importante aporte que constituyen este tipo de experiencias para la formación de los estudiantes, por cuanto “un arquitecto aprende comparando edificios, proyectos, ciudades” y relevó la importancia de Valparaíso como caso de estudio al ser una urbe que hoy atraviesa procesos semejantes a los que experimentó Rosario en otra época.
Durante los 10 días en los que se desarrolló la actividad, 54 estudiantes trabajaron en torno a la ciudad de Valparaíso como caso de estudio. Franco Bella y Mora Peiró, estudiantes de la FAPyD que participaron del workshop, aseguran que el desafío de “intervenir Valparaíso” fue especialmente interesante. Franco destacó: “Nuestro proyecto abarcó una plaza ubicada en el sector antiguo, fundacional, de Valparaíso y su entorno. Un sector bastante deteriorado cerca de los cerros. Nos pareció importante, al momento de plantear el proyecto, considerar esa cuestión. También notamos que Valparaíso no tiene salida costera más allá de la comercial. No hay paseos peatonales. Nuestro proyecto se basó en hacer un solado que indique un recorrido sobre todo el eje de Sotomayor y culmine sobre el puerto”.
“Los proyectos a desarrollar debían responder a una escala más urbanística que de proyecto arquitectónico“, sostuvo Mora, y añadió: “La principal característica que tiene Valparaíso es que, como Rosario, nació a partir del puerto, pero resultando una ciudad de menor extensión. Además, es una bahía, de geografía longitudinal. Como el puerto experimentó un crecimiento acelerado, y se instaló el ferrocarril paralelo a la costa, la ciudad está cerrada. Hay una barrera física, visual, muy ancha, de hasta 1,5 km en algunos sectores. Por ende, lo que la mayoría intentó fue plantear proyectos que abrieran la ciudad al mar”.
En cuanto a la dimensión internacional que la actividad propone, Franco señaló: “La experiencia en el workshop me resultó muy enriquecedora, tuvimos contacto con estudiantes y docentes de otros países, conocimos otras opiniones, otras formas de pensar la arquitectura. Había muchos proyectos buenos y que evidenciaban que todos miramos distinto: los franceses se vuelcan más hacia lo relacionado con la naturaleza, el mantenimiento del lugar e intentan intervenir lo menos posible. Los ganadores plantearon una idea más jugada y desarrollaron una estructura con contenedores. Hubo mucha diversidad en los proyectos, los ejes permitían justamente eso: flexibilidad y extensión. La experiencia fue muy buena y realmente dan ganas de repetirla”.
En este sentido, su compañera agregó: “Lo que destaco principalmente es el grupo, los docentes que nos acompañaron. También el haber tenido la oportunidad de hablar con estudiantes de otras facultades sobre arquitectura y sobre otras realidades de universidad… porque la universidad de ellos es paga y, lógicamente, les costaba entender que la nuestra fuera gratuita. Eso pasa siempre con estudiantes de otras partes del mundo. Lo mejor del workshop fue que no trabajamos sobre Santiago sino sobre Valparaíso y visitamos la ciudad con la intención de intervenirla. Primero trabajamos en grupo con estudiantes de otros países y después solos porque la entrega era por escuelas”.
El proyecto de Franco recibió una mención especial por parte del jurado y, tanto él como Mora, calificaron la experiencia como “enriquecedora a nivel académico y cultural”.
Fuente » Comunicaciones FAU
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