El decano de la FAPyD, Mg. Arq. Adolfo del Rio, recorrió la obra del Aulario acompañado por personal de la empresa constructora y realizó un relevamiento del nivel de avance que presenta el proyecto al día de hoy. En el mes enero, finalizó el movimiento de suelo y se realizaron las fundaciones. Actualmente se están terminando los cabezales para continuar con el contrapiso, ajustándose a los plazos establecidos.
Durante el recorrido, el decano destacó el enorme grado de satisfacción con el hecho de que la obra -muy pretendida y deseada- se esté llevando finalmente a cabo. Asimismo, señaló que la construcción del aulario es «la culminación de un proceso largo en el que había necesidades imperiosas tanto de nuestra Facultad como de la de Ciencia Política» y agradeció la respuesta del Rector de la Universidad que fue quien permitió que se haga realidad.
Nuestro Aulario y el Comedor del Área Salud son las obras más importantes que está desarrollando la Secretaría de Infraestructura Universitaria en este momento y, cabe destacar, ambas están siendo financiadas con fondos propios de la Universidad.
El edificio es lineal y está ubicado sobre la barranca. Desde el ingreso, que va a estar dispuesto en la parte central, se accederá a los sectores norte y sur. El sector sur va a corresponder a la FAPyD y el norte, a la Fac. de Ciencia Política. Ambos sectores presentan características similares pero no son simétricos porque en las consultas a los decanos de las facultades mencionadas se tomaron en consideración las necesidades particulares de cada uno. En el caso de la FAPyD, el decano afirmó que «se trata de un anexo absolutamente áulico dado que nuestro déficit mayor está en la cantidad de aulas y talleres. El Aulario aportará más de 1.400 m2 para talleres de gran tamaño y también para una serie de aulas pequeñas destinadas a reuniones de cátedra, corrección y clases de consulta».
La infraestructura se resuelve en una planta semienterrada: la cubierta del edificio no supera el metro de altura para no impedir las visuales al paisaje que actualmente se puede observar en la zona. Con esta decisión proyectual, la cota cero se ubica por debajo de la cota natural del predio, estableciendo una superficie plana que acompaña a la pendiente existente.
Para finalizar, el arquitecto del Rio resaltó algunas cuestiones que considera valiosas del proyecto: «Destaco la idea de generar un edificio que juega para la comunidad universitaria y para la ciudad. El edificio, al estar semienterrado, no interrumpe la visibilidad al río desde las Facultades. Y, por otro lado, desde el acceso sur y Av. Belgrano, se puede apreciar la impronta del proyecto. En horario nocturno se va a ver como una “linterna” o un “haz de luz”, por ser un edificio muy plano extendido en la barranca».
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