Durante el transcurso de la historia, varios personajes han intentado concebir una definición única, general y concreta de lo que es la ciudad basándose en su entorno natural, geografía, religión, ideología, cultura y condicionantes tanto externas como internas. Estos factores han determinado el nacimiento y desarrollo de ciudades tan diferentes que al obtener una definición basándose en una sola de ellas, encontraríamos serias incongruencias en relación con otras ciudades de distintas ubicaciones y tiempos en la historia. La ciudad, según Aldo Rossi, es entendida como arquitectura, no solo como la imagen visible de esta, sino con su construcción en el tiempo: «la arquitectura es la escena fija de las vicisitudes del hombre; con toda la carga de los sentimientos de las generaciones, de los acontecimientos públicos, de las tragedias privadas, de los hechos nuevos y antiguos. El elemento colectivo y el privado, sociedad e individuo, se contraponen y se confunden en la ciudad, constituida por tantos pequeños seres que buscan una sistematización y, al mismo tiempo, juntamente con ella. un ambiente para ellos, más adecuado al ambiente general» (1982: 69). Es decir, plantea que la ciudad es, por naturaleza, un hecho colectivo y que con el tiempo, la ciudad crece sobre sí misma, adquiere conciencia y memoria de sí misma. «Las ciudades son ‘obras en construcción’ que día a día retoman el estado de la obra del día anterior y lo transforman en un nuevo proyecto de voluntad urbana» -Manuel Fernández de Luco. La planificación de la ciudad no parte de cero. La ciudad es algo que está en evolución, varía continuamente, incorporando sucesivamente los cambios necesarios para cada período histórico. En estos tiempos de participación ciudadana y democracia, un proyecto de ciudad solo puede realizarse como proyecto colectivo e integrador, capaz de dar respuesta al interés común.
Dic
15
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