Habiendo ya transcurrido más de una semana desde que se hiciera pública y mediática la campaña de visibilización sobre la problemática de género diseñada por estudiantes de nuestra facultad en asamblea y:
Considerando que la campaña ha cumplido su objetivo primordial, que fuera visibilizar la problemática a nivel local y nacional.
Siendo que desde la gestión hemos expresado públicamente nuestro compromiso con el ejemplo y acompañamiento a las reivindicaciones de género, y actuado en consecuencia.
Teniendo en cuenta que el Procedimiento Interno para la atención de situaciones de violencia sexual y discriminación basada en el género de nuestra facultad se encuentra en las vísperas de aprobación, así como la previsión de acciones para abordar la problemática de género de manera integral.
Que dicho procedimiento está siendo nutrido por todos los claustros de nuestra institución y que permitirá dar un marco institucional de contención para aquellos que denuncien hechos de violencia y recepcionar adecuadamente las denuncias a través de una persona idónea elegida por concurso.
Que, asimismo, el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Rosario tiene en tratamiento de comisión un Protocolo que englobará a todas las facultades y que probablemente se votará la próxima semana.
Que hemos dejado en claro públicamente que acompañamos la campaña pero no acordamos en su forma.
Consideramos pertinente mencionar la necesidad de reformulación de la campaña de visibilización hacia formas más integrales de concientización, y delineadas con mayor precisión, de manera de no comprometer ni a las denunciantes ni a docentes que hacen uso responsable de la ciudadanía universitaria.
Creemos que hay aspectos de la campaña que la han vuelto vulnerable, debilitando el legítimo reclamo de las estudiantes y empañado el objetivo primordial de la lucha feminista. El anonimato y el criterio difuso para mencionar a docentes coloca a todos los actores en un lugar de fragilidad, pudiendo, en el peor de los casos, hasta resultar perjudicial para las propias víctimas. Esto ya había sido ya explicitado por miembros de la gestión en la reunión de Centro de Estudiantes el día 14 de mayo.
En efecto, los carteles contenían el nombre y la cátedra de un grupo de docentes sin distinción, colocando en igualdad de condiciones a aquellos que contaban con denuncias concretas, aquellos con denuncias anónimas y a otros sin denuncia alguna. La inclusión de los nombres de los titulares de cátedra -que afecta también al colectivo de docentes que la componen- resulta, al menos, arbitraria. La aparición de carteles semejantes pero que no pertenecían a la misma campaña, y que han generado una presentación formal en nuestro Consejo Directivo, es un ejemplo de la permeabilidad de la campaña para ser infiltrada por intereses ajenos a la propia reivindicación.
Desde la Gestión de la Facultad ratificamos nuestro compromiso y responsabilidad en seguir promoviendo las acciones necesarias para una cultura de la no violencia e invitamos a toda la comunidad educativa a seguir colaborando en la concientización y deconstrucción del sentido común que por tantos años ha naturalizado hechos de violencia y discriminación.
Arq. Adolfo del Rio | Decano
Arq. Ana Valderrama | Vicedecana
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